Cuando llega la triste despedida, seguramente surjan también en tu memoria los momentos de felicidad, en que compartías con tu animalito de compañía, jugabas, le dabas cariño. Es importante guardar esos recuerdos con paz y armonía. Te hacemos llegar una serie de sugerencias para poder transitar mejor la pérdida de ese pequeño ser amado por la familia.
Afrontar el duelo del animalito querido que acompañó durante tantos años y con quien vivió agradables sentimientos la familia, no es para nada fácil. Es importante tener presente que te invadirán un cúmulo de emociones como angustia, enojo, culpa, tristeza; pero también agradecimiento por lo compartido, alegría por los buenos recuerdos en jugabas o en los que la bella mascotita le daba afecto y compañía a los seres queridos.
En el duelo suelen presentarse cinco etapas emocionales. Es necesario conocerlas para afrontarlas con la predisposición adecuada: negación, enojo, culpa, depresión y, finalmente, aceptación. Ser consciente de estos cambios de ánimo puede ayudarte a manejar tus emociones. Lo más importante: tratarse bien a uno mismo y a los seres queridos que comparten la tristeza; saber que está bien sentirse así, es “normal” que suceda y que con el tiempo irás comprendiendo, integrando, sobrellevando con más tranquilidad el vacío que quizás te invada por la pérdida de la mascota querida.
El dolor intenso por el fallecimiento de ese compañerito de camino es natural. No dejes que nadie te critique por llorar. Durante los años que compartiste con ese ser amado, sean pocos o muchos, se convirtió en una parte importante y constante de tu vida. Era una fuente de consuelo, juego y compañía, de amor incondicional y aceptación mutua, de diversión y alegría. Entonces, no te sorprendas si te sentís devastado por la pérdida de esa relación tan afectiva.
Los siguientes consejos te serán de gran utilidad para afrontar esas difíciles horas, cuando el compañerito del hogar ya no está presente físicamente:
- Hablá sobre tus sentimientos, imágenes, pensamientos, sensaciones con otras personas que te entiendan.
- Organizá un servicio fúnebre para tu mascota con una empresa especializada. Darle el homenaje que le corresponde, te ayudará a ir sanando la herida.
- Recolectá fotos y videos para crear un memorial afectivo. Una caja de recuerdos, retratos o un collage de imágenes y videos digitales con los mejores momentos compartidos con la mascota de la casa pueden ser un resguardo de amor y cariño que siempre quedará acompañándote.
Con el paso del tiempo, el dolor se irá desvaneciendo. Nunca olvidarás a tu animalito, pero podrás pensar en él sin la profunda angustia que conlleva una pérdida reciente.
Otra cuestión relevante es darse el tiempo en la familia para recuperarse de la pronta partida. Tampoco conviene tener ansiedad para retomar una rutina normal de inmediato. Consolarse con los seres queridos, los amigos, es lo más importante para la contención en los instantes próximos a la partida de la mascota de la casa.
Cuando se afrontó un proceso de agonía, una enfermedad terminal y se hizo mucho esfuerzo para salvar esa vida, es probable que se sienta un profundo desgaste además de tristeza. Si eso te sucede, intentá no olvidarte de vos mismo y cuidarte la salud física y mental, para no caer en una situación grave de estrés.
Hablar y escucharse entre quienes extrañan al animalito, es la herramienta fundamental para ir transitando el dolor, para que finalmente, nos anide la paz y el agradecimiento que siempre, tarde o temprano, nos llegará.
Luego de un tiempo, surge la idea de adquirir una nueva mascota: a algunas personas les resulta útil. Otros prefieren esperar o nunca más tener otro animal de compañía. De cualquier manera, la decisión depende de vos y tu familia. Lo que es seguro, es que cada perrito, gatito, ave, tortuga, hamster, es único. Y ese que partió, estará bien guardado por siempre en la memoria con los mejores sentimientos.
